Posted by Mandujano in jueves, mayo 05, 2011
ISAÍN MANDUJANO
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis.- “¡Espurio!”, fue el grito que alcanzó a escuchar el presidente Felipe Calderón al salir del hotel en el marco de la clausurar de la Cumbre de Cambio Climático (COP16) de Cancún, aquel viernes 10 de diciembre por la mañana.
El grito salió entre una multitud en el que se encontraban un grupo de periodistas independientes y de medios alternativos, casi todos acreditados para cubrir aquel evento.
Ante el incidente, algunos de los elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) apresuraron el paso para sacarlo lo más pronto posible de ese lugar a una zona más segura, en tanto que otros intentaron identificar al autor de la consigna que incomodó al presidente.
Giovanni Proiettis Anfossi, narró a Proceso en entrevista vía telefónica desde Roma Italia, que, sorprendido por el incidente no pudo disimular su asombro, sonrió. En elemento del EMP llamó a Proiettis y le solicitó identificarse. Cubría el evento para el diario “Il Manifesto” exhibió su acreditación correspondiente y éste a su vez le tomó una fotografía con su teléfono celular.
En la noche, cuando se disponía a escribir su texto, Proiettis fue notificado vía correo electrónico por los responsables de la logística que su acreditación para cubrir la COP16 había sido cancelada. El sistema de Seguridad de Naciones Unidas para el evento, le informó le sería retirada su acreditación “por un incidente en el utilizó un lenguaje no apropiado para los profesionales de la comunicación. Comportamiento que fue dirigido contra al presidente de México”. Firmado por Kevin Grose, coordinador de medios de la ONU de la COP16.
Sorprendido Proiettis no entendía lo que pasaba por lo que exigió fueran preciso en su notificación.
Amigo de la escritora mexicana, Elena Poniatowska, el colaborador de Il Manifesto realizaba su labor como corresponsal en ese evento de Cancún. El tiene un blog en dicho portal electrónico llamado Popocatepetl (http://blog.ilmanifesto.it/popocate) donde ha publica al menos cada mes artículos ácidos sobre la política mexicana.
A su regreso a San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, donde ha vivido desde mayo de 1993, un grupo de tres elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) lo detuvieron el jueves 16 de diciembre del 2010 en las afueras de su casa, donde lo habían estado acechando por varias horas.
Fue trasladado a la Unidad Mixta contra el Narcomenudeo, donde a decir de Proiettis pretendieron sembrarle marihuana, pero tras nueve horas de captura, por fin lo liberaron ante la movilización de amigos y familiares que empezaron a exigir su libertad. Además de un amparo que interpuso para lograr su libertad. Incluso le pidieron “disculpas” y que todo había sido una “confusión”.
El propio Secretario de Gobierno, Noé Castañón León, lo citaron a tomar un café y conocer sobre el incidente y su labor. El segundo incluso le garantizo su seguridad personal y laboral.
Sin embargo, Proiettis pidió en la Universidad una baja temporal de enero a mayo del 2011, en tanto, seguía escribiendo para su blog, donde escribía sin remuneración alguna, por el placer de escribir. Pero ya Proiettis estaba en la mira.
A petición de la subdelegada en San Cristóbal de Las Casas, Dora Patricia Grajales Cordero, el 5 de abril fue a dejar sus documentos, entre ellos su pasaporte para que se le renovara la visa y la dieron al cita para el viernes 15 de abril a las 10:30 de la mañana. Ese día a muy temprana hora abordó su motocicleta y fue puntual, llevaba consigo una copia del amparo obtenido tras su captura el 16 de diciembre, un celular, una tarjeta de débito de la cual dispondría los 2 mil 800 pesos para pagar su derecho como migrante residente en México.
Ese mismo día a las 5 de la madrugada un grupo de al menos cinco agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) habían sido concentrados en la subdelegación de Tuxtla Gutiérrez, por órdenes de la delegada María de las Mercedes Gómez Mont, hermana del exsecretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, quien a su vez había recibido órdenes directas de la Secretaría de Gobernación que supervisara a detalle el caso que se les había ordenado: detener a Proiettis y sacarlo del país lo más pronto posible.
Sin saber lo que le esperaba, poco más de las 11 de la mañana, Proiettis fue llamado un privado donde cinco agentes del INM le dijeron que estaba detenido y que desde ese momento ellos custodiarían su seguridad, intentó comunicarse con su esposa y le fue arrebatado el teléfono celular y todas sus pertenencias, incluída unas películas que entregaría esa mañana en un videoclub. Pidió comunicarse con su embajada para pedir asistencia consular y de igual forma se lo negaron.
Fue subido a una camioneta tipo Van escoltada por una patrulla de la Policía Federal rumbo a Tuxtla Gutiérrez y de ahí, al Aeropuerto Internacional Ángel Albino Corzo, donde en el hangar del gobierno del estado de Chiapas, ya los esperaba un jet oficial que había puesto a disposición del operativo las autoridades locales.
Su motocicleta “Italika” fue abandonada en un centro comercial en las afueras de San Cristóbal de Las Casas.
Pasada las 14 horas Proiettis ya estaba en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Donde era atendido con esmero, le ofrecieron comida pero siempre la rechazó: “del susto se me fue al apetito”.
Cuando su esposa, María Isabel Rotondo, mejor conocida como Maribel, se empezó a preocupar por el retardo de su esposo para llegar a casa y que éste no respondía a las llamadas telefónicas, empezó a indagar con amigos si acaso sabían de su paradero. Más preocupada avisó a sus las dos amigas de Proiettis, las activistas Mercedes Ozuna y Marisa Kramsky, quienes de inmediato empezaron a indagar en la PGJE, en el INM, con la embajada de Italia en México, pero nadie les daba información sobre su paradero.
Al caer la noche, el Secretario General de Gobierno, Noeé Castañón les dijo que había sido detenido por elementos de la PGR, acudieron a esa delegación en Tuxtla y nada sabían ahí de Proiettis. Incluso interpusieron un recurso de amparo a las 21 horas.
Para esa hora, acompañado de dos agentes del INM, Proiettis ya había sido abordado en un vuelo de Aeroméxico de las 6:58 rumbo a Madrid donde transbordaría otro vuelo de la aerolínea Iberia hacia Roma, Italia. Y todo sin notificarle a su esposa o la embajada de su país. En menos de ocho horas, Proiettis había sido capturado y ya no estaba en México.
“Era extraño. Qué iba a hacer, ¿escapar del avión a mitad del vuelo? Pero insistieron, `Lo llevaremos a Roma'”, narró Proiettis.
Dijo que en el aeropuerto de la Ciudad de México uno de los oficiales del INM le expresó verbalmente que era deportado porque no había renovado su visa FM2, cuando él precisamente dice es el trámite que estaba realizando como lo había hecho año tras año.
Fue hasta las 10:30 de la noche que el cónsul de la embajada de Italia en México, Guido de Marco que le avisó a Maribel Rotondo que su esposo había sido deportado. Pero para ella seguía en calidad de desaparecido.
Durante todo el sábado nada sabía de él, 13 horas después de haber partido de México ya estaba en Aeropuerto Internacional de Barajas, en España, donde seguía bajo la custodia de los dos agentes mexicanos.
Al no ser un delincuente fue ahí en España donde pidió ser liberado, pues dijo que la expulsión ya se había concretado y al no ser un delincuente no tenía caso seguir siendo víctima de ese “plagio del gobierno mexicano”.
Esa noche del sábado iba a tomar el vuelo a Roma, pero fueron bajados por la policía española para unos trámites de rigor burocrático, por lo que salió hasta el siguiente día, fue el domingo por la mañana cuando ya estaba en Roma, en casa de su hermana. 40 horas duró el suplicio de Gianni Proiettis.
Para su esposo Maribel Rotondo, esto fue una “emboscada migratoria”. Ella alega que su esposo no cometió un delito, en todo caso le hubieran argumentado una falta admnistrativa y le hubiesen impuesto una multa, sin embargo no había tal porque el refrendo de su visado estaba en trámite.
Rotondo dice que Gianni nada tiene en Italia, salvo su hermana y sobrinos. Dice que toda su vida la ha hecho en San Cristóbal de Las Casas, incluso tras este tercer refrendo de su visado esperaba después iniciar los trámites para su nacionalización mexicana.
Dice Rotondo que Gianni no trabajaba precisamente como un periodista, era un colaborador esporádico de Il Manifesto, un bloguero, del cual no percibía remuneración alguna como para que se considerado un trabajo no autorizado por su visado FM2.
“Lo hacía por el amor y la pasión de escribir, de hacer efectivo su derecho a la libertad de expresión”, dice Rotondo.
Para Mercedes Ozuna no hay duda, todo se derivó de aquel incidente, que Gianni le contaría a su regreso de Cancún. Fue a partir de ahí que fue puesto “bajo la lupa”, bajo investigado y dieron con sus artículos en Il Manifesto bastante críticos.
Su captura del 16 de diciembre sería un prueba, un ensayo y error, que tras cuatro meses finalmente se cumplió el objetivo, sacarlo del país antes de que sus amigos, familiares y la embajada impidieran su deportación de México.
Hasta el martes 19 de abril, la embajada de Italia en México tenía en sus manos la notificación oficial de sus deportación pese a que ya la había solicitado tanto en México como en la embajada de México en Italia.
Sólo la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal habían condenado su expulsión del país, de quien ha sido colaborador de diarios como el “Liberación” de Francia y “L' Unita” de Italia, además de “Il Manifesto”.
Sus amigos iniciaron una campaña para exigir al gobierno mexicano sea regresado a México, pues alegaron se le violaron sus más elementales derechos humanos de forma grave.
“Durante casi 18 años, Giovanni Proiettis ha estado escribiendo sobre la lucha de los pueblos indígenas en resistencia y, más recientemente, el narcotráfico y la cumbre climática de Cancún (COP 16). Lo hace en periódicos extranjeros, sin recibir remuneración económica. Su expulsión hace pensar que al gobierno federal le incomodan estos temas. Exigimos el regreso de Giovanni Proiettis a México, su patria de elección”, dijeron en una carta firmada por casi un centenar de sus amigos, emtre periodistas, intelectuales, investigadores y activistas.
Según Proiettis, desea volver a México, que buscará la vía diplomática para reunirse con su esposa. Dice que ama a México mucho más que muchos otros mexicanos “que sólo provocan caos y destrucción en el país”.
Dice que acá tiene todo y que nada lo ata a Italia. Relata que si bien vino a Chiapas para conocer más sobre la cultura Maya, como ha conocido la Inca, su trabajo a favor de las comunidades indígenas y los procesos de lucha social inició desde que le tocó cubrir el alzamiento armado zapatistas en enero de 1994.
De hecho, una de las primera entrevistas al subcomandante Marcos se la publicó la revista Proceso, en su edición del 10 de enero de 1994. Y aunque no lleva su crédito es el mismo texto que escribió para el diario L'Unita de Italia. En esa el encapuchado rebelde sentenció: “Preferimos vivir luchando que morir de disentería”.
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