Genaro Bautista / AIPIN
Una condena mundial de la comunidad internacional, está recibiendo el presidente Evo Morales, por la represión contra la Marcha de los Pueblos Indígenas quienes se oponen a la construcción de la carretera que cruza el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).
La Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA),la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente, Chaco y Amazonía Boliviana (CIDOB), el Concejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyu (CONAMAQ), el Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas, el Movimiento Indígena Nacional (MIN) de México, el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reprueban la represión del gobierno de Evo Morales contra la marcha indígena.
El Enlace Continental de Mujeres Indígenas, la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica, y otras personalidades de la cultura y política, piden la intermediación internacional encabezada por Naciones Unidas, a fin de garantizar los derechos específicos y libertades fundamentales de los indígenas bolivianos.
Desde Washington, el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), expresa su condena ante la desproporcionada actuación de fuerzas policiales bolivianas que, el pasado 25 de septiembre, reprimieron una marcha de integrantes de pueblos indígenas que se manifestaban en defensa de su derecho a ser consultados, ante la decisión de construir una carretera cuyo trazado afecta el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Secure (TIPNIS) en que viven comunidades indígenas.
En su postura, el CEJIL, respaldan la VIII Marcha Indígena “Por la defensa del TIPNIS, los territorios, la vida y la dignidad y los derechos de los pueblos indígenas” organizada por la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente, Chaco y Amazonía Boliviana (CIDOB) y el Concejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyu (CONAMAQ) que había partido el pasado 15 de agosto de la ciudad de Trinidad con destino a La Paz.
Alvaro Pop de Guatemala, Saúl Vicente de México y Myrna Cunningham de Nicaragua, del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas, deploraron los hechos de violencia y represión contra la caravana la cual estaba integrada también por niños y niñas indígenas.
Myrna Cunningham, presidenta del Foro Permanente de la ONU, demanda el cese de la violencia, garantizar el respeto por los derechos humanos y a implementar todas las medidas y mecanismos pertinentes para investigar y esclarecer los hechos ocurridos en la región.
“Instamos al Estado Plurinacional de Bolivia a mantener un diálogo abierto en el marco del respeto y de la paz para llegar a un consenso; garantizando el respeto a la libre determinación de los pueblos indígenas”, indican los representantes de la ONU.
Reiteran el llamado hecho en el Foro Indígena Abya Yala en Manaus, Brasil, el 19 de agosto pasado como miembros del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU de la región Latinoamericana donde expresaron “nuestra profunda preocupación por el conflicto en el Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) de Bolivia”.
Consternados por los trágicos hechos de violencia ocurridos en Bolivia en el marco de la marcha amazónica por la defensa del territorio indígena amazónico TIPNIS, el Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas - ECMIA y la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónicas – COICA, demandan el cese de la violencia y la intermediación indígena internacional en la amazonía boliviana
El ECMIA y la COICA, apuntan, “hacemos un llamado a los sabios indígenas mayores y representantes del Foro Permanente para los Asuntos Indígenas de la ONU: Rigoberta Menchú (Guatemala), Victoria Tauly Corpuz (Filipinas), Willie Littlechild (Canadá), Mirna Cunningham (Nicaragua), Álvaro Pop (Guatemala) y Saúl Vicente (México); a actuar como intermediadores para abrir un diálogo constructivo entre el Gobierno y los pueblos indígenas amazónicos” señalan en un comunicado.
En el mismo sentido, las organizaciones piden al Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los pueblos indígenas, James Anaya, una acción urgente al gobierno de Bolivia para la resolución pacífica del conflicto. Recomendamos del mismo modo mantenerse alerta para una visita in situ en caso que la situación lo demande.
Al respecto, en Ginebra, Anaya exhortó a Bolivia a iniciar, "a la mayor brevedad", un proceso de consulta con los pueblos indígenas para encontrar una solución al conflicto.
El relator especial instó al Gobierno de Morales a que "tome todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de las personas que participan en la marcha, además de prevenir, investigar y sancionar cualquier acto que afecte la vida y la integridad de las mismas."
EEUU respaldó la petición del Relator Especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas, James Anaya, de que Bolivia abra un diálogo con los indígenas opuestos a la construcción de una carretera en el Parque Nacional Isaboro Secure (Tipnis).
"Compartimos la opinión del relator de la ONU de que el la carretera en el Tipnis sea resuelto pacíficamente a través del diálogo y la consulta bajo la ley boliviana y los estándares internacionales", indicó Victoria Nuland, portavoz del Departamento de Estado.
En un informe presentado la semana pasada ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Anaya denunció que los grandes proyectos de desarrollo, junto con la explotación de recursos naturales, se han convertido en "una de las fuentes más significativas de abuso de los derechos de los pueblos indígenas en el mundo
En la región, la CAOI y COICA rechazan la violenta represión contra Marcha Indígena en Bolivia.
Para estos colectivos, con presencia en 8 países de Sudamérica, nada justifica la agresión, menos la obsesión por imponer una carretera, que representan más a los intereses mezquinos de empresarios brasileños dispuestos a atropellar todo por simples negocios, la ceguera de dirigentes que se comportan como “colonizadores” irónicamente a nombre de una “descolonización”.
En su postura, la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, apunta que la carretera en el TIPNIS forma parte de las políticas de expansión del Brasil a través de megaproyectos de infraestructura financiados por su Banco de Desarrollo (BNDES), dentro de los planes de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA).
Estos hechos en Bolivia y los suscitados antes con la represa de Belo Monte en Brasil obligan al Comité de Dirección Ejecutiva de la IIRSA en pleno, integrado por representantes de alto nivel designados por los gobiernos de América del Sur, a repensar esta iniciativa y abrir el diálogo con los pueblos indígenas afectados por su cartera de megaproyectos, como carreteras, hidrovías, represas hidroeléctricas, manifiestan.
La suspensión de la construcción de la carretera en el TIPNIS no resuelve el problema, solo lo posterga por un tiempo indeterminado. Y el anuncio del Presidente Evo Morales acerca de esta suspensión está marcado por esa violencia injustificable de la policía contra la VIII Gran Marcha Indígena. No se hubiera llegado a estos extremos de represión si se hubieran respetado desde el inicio los derechos de los pueblos indígenas, si se hubieran atendido sus legítimas demandas de consulta y participación.
Atentos y vigilantes
Todos los pueblos indígenas del Abya Yala estamos atentos al proceso boliviano. Por eso la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI) y la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) unieron esfuerzos para mediar en el problema del TIPNIS.
“Seguiremos vigilantes de todos los gobiernos, llámense de derecha o de izquierda. Es nuestro derecho y es nuestra obligación, porque los pueblos indígenas y sus organizaciones somos actores activos. Con derechos que ejerceremos sin restricciones”, exponen.
En pleno, las organizaciones, pueblos, comunidades y comunidad internacional, respaldan una vez más la lucha de la CIDOB y la justeza de sus demandas para que esa carretera no atraviese el Territorio Indígena Parque Nacional Isidoro Secure (TIPNIS), sino que cambie de ruta y no afecte la vida, el ambiente y la salud de los pueblos indígenas.
Algo viable de hacer, un simple desvío, salvaría la pervivencia de los pueblos indígenas y la naturaleza a la cual estamos unidos. El Buen Vivir no tiene nada que ver con la depredación y corrupción de los cocales ni con carreteras para fomentarlas, enfatizan.
Y se suman al llamado a las organizaciones indígenas del mundo a solidarizarse en forma activa y concreta con las demandas de los pueblos indígenas bolivianos y su VIII Marcha convocada por CIDOB y realizada junto con CONAMAQ.
Está en juego la continuidad histórica de los pueblos indígenas y del proceso de efectiva descolonialidad de Bolivia, afirman.
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